jueves, 28 de octubre de 2010

Eh, tú, Muerte, él es el último que habla”

Por Norberto Galasso
Historiador.

El 25 de mayo de 2003, al asumir la presidencia de la Nación, Néstor Kirchner apareció en el escenario político nacional como un “presidente inesperado” a quien tocaba presidir “una Argentina destruida” por sucesivas desgracias: genocidio, frustración, traición, entrega e ineptitud. Venía de haber sido intendente de Río Gallegos y de nueve años como gobernador en la provincia de Santa Cruz. Pero venía también de una militancia juvenil que había enarbolado la bandera de un mundo mejor. Muchos no reparamos entonces que en él ardía el fuego del compromiso, un espíritu de lucha indeclinable, la decisión de remontar las olas procelosas para llegar a puerto, importándole poco las formalidades de los exquisitos de las instituciones, que le reclamaron inmediatamente no hacer reuniones de Gabinete, andar por la Casa Rosada con el saco desabrochado o juguetear con el bastón de mando en el momento mismo de asumir como presidente. Ahora que ha muerto, se hace luz para todos el altísimo grado de compromiso que marcaba su conducta, verdadero ejemplo ante tanto político acomodaticio que sólo aspira a los halagos del poder.

Néstor se la jugó, olvidándose de él mismo. Se la jugó desde los tiempos en que confrontaba con Menem y se la jugó desde que asumió el gobierno imponiendo el “castigo a los culpables” de la represión, no sólo con la anulación de la Obediencia Debida y el Punto final, sino bajando los cuadros de los dictadores, convirtiendo a la ESMA en Museo de la Memoria, depurando la Corte Suprema de Justicia, pagando la deuda al FMI para poner fin al monitoreo imperialista sobre nuestra economía, y también participando con otros líderes latinoamericanos en el hundimiento del ALCA, durante la reunión de Mar del Plata, en diciembre del 2005. Además, repolitizó al país, poniendo el conflicto en el centro de la polémica, actitud que muchos –desde su incapacidad para entender la historia– lo criticaron por “crear el conflicto”, como si el conflicto no fuese insoslayable en una sociedad donde existen clases sociales con fuertes desigualdades. También reconvirtió un sistema de valorización financiera por otro de acumulación productiva, provocando una fuerte baja en la desocupación, en la pobreza y en la indigencia. E impulsó la consolidación de dos pilares fundamentales para el cambio y el progreso social: la intervención del Estado y el protagonismo de los trabajadores a través de la CGT.

Por esas causas, peleó infatigablemente, como así también por la unidad latinoamericana, constituyéndose en secretario general de la Unasur, una forma de devolver a los Grandes Capitanes al escenario de la Patria Grande para su liberación y unificación.

Por su lucha recibió críticas e injurias, maldiciones incluso, pero no cejó. Y su vocación por lo popular y por lo nacional fue reconocida por las mayorías de la Argentina, que si le habían otorgado sólo el 22% de los votos al Frente para la Victoria en 2003, llevaron ese apoyo al 45% en 2007, a través de la candidatura de Cristina.

Pero no siempre lo biológico-personal acompaña a la fuerza espiritual que dinamiza la militancia. Su organismo le hizo saber varias veces –y los médicos fueron severos en la advertencia– que corría peligro. Podía entonces haberse replegado en el Sur, inclinarse al “consenso” que predicaba la oposición y que era, en buen romance, abandonar los cambios y paralizar la marcha iniciada en 2003. Rechazó ese camino, quiso ser genio y figura hasta la sepultura, confrontativo, militante, indetenible, siempre en la pelea, infatigable en la polémica con los conciliadores y traidores. A pocas horas de una grave intervención, ya estaba en el Luna Park, en su puesto, como desafiando a la muerte, con aquella vieja imprecación del poeta León Felipe : “Eh, tú, Muerte, yo soy el último que habla...” Y prosiguió las giras y los discursos, peleándole a la reacción, palmo a palmo, para abrir camino al 2011. Murió, pues, en su ley, y dejó un ejemplo de conducta.

Ahora, más allá de la congoja personal, debemos sacar fuerzas de la flaqueza para preservar a Cristina de todas las presiones, de todos los arribistas, de todos los intereses de afuera y de adentro que pretenderán cruzarse en su camino. Hay que movilizar todas las energías populares, en el barrio, en las plazas, en las esquinas. Construir todos juntos, por abajo, con ideas y con empuje, para darle un fuerte sustento, porque ella es la única, ahora, que garantiza la continuidad de este proceso de avance, de progreso social, que estamos realizando, más allá de las dificultades y las asignaturas pendientes, enfrentando a los sectores reaccionarios de siempre, desde los grandes estancieros y las industriales trasnacionalizados, hasta el poder mediático y los intereses imperiales. Esta militancia será el mejor homenaje a tantos compañeros caídos en la larga lucha de los argentinos, uno de los cuales quedará grabado con caracteres indelebles, con el cálido recuerdo de su nombre: Néstor.

miércoles, 27 de octubre de 2010

jueves, 21 de octubre de 2010

CFK EN MERCEDES¡¡¡¡¡¡


Nuestra presidenta Cristina fernandez de Kirchner estuvo dias pasados en nuestra ciudad, en la empresa guilford (ex-dupont) inaugurando un sector de la misma , y por supuesto reinvidicando al empresariado nacional. Tambíen, a travez de las gestiones de nuestro compañero Eduardo "Wado" De Pedro (referente Nacional de La Cámpora y miembro del directorio de aerolineas Argentinas)entrego un subsidio de una suma importante para la familia schenone- padres de candela-para poder realizar un viaje a China para poder realizar un tratamiento medico en dicho país.


La militancia estuvo presente acompañando a nuestra presidenta.

































miércoles, 13 de octubre de 2010

Ni servicio, ni cívico, ni voluntario


Nota del secretario general de La Cámpora, a raíz de la aprobación por parte de la Cámara de Senadores del proyecto sobre “Servicio Cívico Voluntario” para jóvenes de 14 a 24 años, que fue impulsado por el vicepresidente Julio Cobos.



Desde que comenzó la presidencia de Néstor Kirchner se hizo evidente que en nuestro país existen dos modelos antagónicos. Muchas veces, esa discusión se esconde, se oculta, se tergiversa porque los intereses de la oposición son inconfesables. Sin embargo, otras veces aparece explícitamente, de una forma tan cruda que muestra de forma nítida los dos modelos en pugna.

Por un lado, el modelo neoliberal que depositaba el poder real en las corporaciones y en los grandes grupos económicos a costa del sacrificio del resto del pueblo que sufría las consecuencias. Aquel modelo condenó a millones de pibes a la exclusión y a la desesperanza.

Por otro lado, el modelo que desde el 2003 restableció el poder real en los intereses del conjunto del pueblo argentino mejorando las condiciones de vida de los trabajadores, los jubilados y los niños.

El proyecto sobre “Servicio Cívico Voluntario” para pibes de 14 a 24 años que los senadores opositores aprobaron ayer muestra concretamente el modelo de país que la oposición nos ofrece a los argentinos y la concepción que tienen sobre los niños, la educación y la pobreza los que destruyeron la Argentina durante décadas.

Para que los jóvenes que no estudian ni trabajan puedan hacerlo hay que hacer justamente lo contrario a lo que hicieron ellos cuando fueron gobierno. O sea, financiar la educación y crear puestos de trabajo.

Mientras aumenta la tasa de escolaridad gracias a la Asignación Universal por Hijo, la oposición quiere que los chicos en “situación de riesgo” no vayan a estudiar a un colegio como cualquier otro sino que presten servicio para ¡las Fuerzas Armadas!

Curiosamente, mientras el Estado Nacional reparte computadoras para que todos los pibes tengan las mismas herramientas para desarrollar y potenciar su educación e inserción laboral, la oposición quiere encerrarlos en los cuarteles.

Mientras el Gobierno de Cristina lanza un plan para construir 410 nuevas escuelas para llegar a 1700 desde el 2003, la oposición quiere que los pibes terminen sus estudios en una nueva Colimba, aislados de la sociedad. Los quieren encerrados, escondidos, presos, apartados del resto.

Mientras logramos volver a abrir las escuelas de oficios que habían cerrado ellos porque no servían para su modelo de país que achicaba las fuentes laborales, ahora pretenden que los jóvenes se inserten en la “sociedad civil” justo con los militares. Hasta las Fuerzas Armadas expresaron que el Ejército no está capacitado ni tiene los recursos necesarios para hacerse cargo de una tarea ajena a su función y contradictoria con su rol constitucional y con la legislación vigente.

Lo que no nos dicen los señores senadores de la oposición es que no están pensando en la educación de los jóvenes sino en otra cosa. El cinismo de la UCR y el PJ conservador es tan obsceno que el proyecto ni siquiera pasó por la Comisión de Educación sino por las de Justicia y Asuntos Penales y por la de Seguridad Interior y Narcotráfico. Sospechan que los niños de bajos recursos son delincuentes y la primera ley que logran aprobar los manda a un ámbito castrense para que estén rodeados de armas de guerra.

No es casualidad que estos personajes oscuros aparezcan justo ahora con este tipo de iniciativas contra los jóvenes. El multitudinario acto del Luna Park y la participación masiva de estudiantes secundarios porteños reclamándole a Macri condiciones edilicias dignas muestran que el protagonismo de las nuevas generaciones tiene un fundamento sólido: los jóvenes estamos muy conscientes de nuestros derechos y convencidos de conquistarlos.

En los 90 nos sacaban el trabajo, la educación y nos daban palos y represión. Ahora quieren volver a hacer lo mismo y por eso estigmatizan a los jóvenes como si fuéramos delincuentes que necesitan orden y disciplina.

Nosotros sabemos que para seguir avanzando en el camino de la justicia social tenemos que profundizar el modelo iniciado en el 2003 y la importancia de los jóvenes en esta tarea es fundamental.

Por cada intento de agresión, discriminación, estigmatización, como este absurdo proyecto de ley, que recibamos los jóvenes, contestaremos con el doble de participación, el doble de discusión, el doble de organización y el doble de creatividad y alegría.


ANDRES LARROQUE

* Gentileza de Ni a palos, Suplemento Joven del diario Miradas al Sur.

sábado, 2 de octubre de 2010

solo se hace politica......

Solo se hace politica dejando de lado los intereses personales y las ambiciones
que no forman parte de la etica. solo se hace politica teniendo la firme conviccion
en que es esta la unica herramienta para lograr la felicidad de la
humanidad. los que no entienden ese mensaje son los injustos que aun
...luchan por mantener su poder y se resisten al cambio esperado por todo
el pueblo

La Cámpora Mercedes en tribunales por la ley de medios








compañeros de los barrios de Mercedes, a pesar de la lluvia, se hicieron presentes y fueron parte de la columna de La Cámpora.